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Tener una rutina de belleza estricta no es suficiente para conseguir la piel radiante y saludable con la que sueñas. Es necesario cuidar tu cuerpo desde adentro para que se refleje en el exterior, con hábitos como llevar una alimentación balanceada, hacer ejercicio por lo menos tres veces a la semana y dormir bien. Así es, los hábitos del sueño repercuten más de lo que crees en el aspecto de nuestra piel, y no lo decimos nosotros si no un estudio hecho por el Instituto de Karolinska en Suecia.

El efecto de la calidad del sueño en la piel se conoce como beauty sleep, en el mundo de la belleza. Sin embargo, este término se considera actual pues antes nadie ponía atención en sus hábitos del sueño, es más, dormir ocho horas era considerado como un lujo que te podías dar si terminabas todas tus tareas.

Ahora, con el boom del wellness, la belleza y la salud mental, las horas de sueño se han vuelto sagradas o al menos así debería ser. No solo para lucir una piel saludable, si no para mantener fuerte el sistema inmune, para tener energía y para mejorar el estado de ánimo.

El estudio realizado por el Instituto de Karolinska consistió en fotografiar a 25 estudiantes, hombres y mujeres, sin una gota de maquillaje. Para la primera sesión de fotografías, se les pidió a los voluntarios dormir ocho horas por dos noches seguidas. Una semana después, tuvieron que restringir dormir solo cuatro horas, dos días consecutivos. De esta manera, los investigadores pudieron fotografiarlos después de dormir bien y también después de dormir mal.

La segunda fase del experimento consistió en pedirle a 122 extraños, hombres y mujeres de Estocolmo, que miraran las fotos de los voluntarios y evaluaran su atractivo, nivel de confiabilidad, que tan saludables lucían y su grado de somnolencia.

Las personas encuestadas coincidieron en que los estudiantes que lucían cansados y somnolientos eran menos atractivos. También aseguraron que evitarían socializar con quienes percibían menos sanos. Aunque, cómo te percibe la gente no es razón suficiente para dormir las ocho horas sugeridas por las ciencia. Esto únicamente demuestra que tener malos hábitos del sueño se refleja en la apariencia de la piel.

Otra razón por la cual el sueño es fundamental para el cuidado de la dermis es la regeneración. Así es, la piel se regenera constantemente, pero está comprobado que durante el sueño se da una mayor recuperación y renovación de las células. Siempre y cuando duermas lo suficiente. Esto debido a que cuando duermes la hormona del estrés baja, el cortisol, y la hormona del sueño sube, la melatonina. Esto significa que por las noches nuestro cuerpo entra en “modo reparación” y nuestro organismo tiene la oportunidad de recuperarse.

Si aún no estás convencida de los beneficios del beauty sleep, aquí te dejamos otros cuantos.

Piel luminosa y joven

Como ya lo habíamos mencionado, cuando duermes tu piel lucha contra todos esos factores dañinos a los que estuvo expuesta a lo largo del día como el estrés, los rayos UV y la contaminación. Varios estudios han comprobado que las células de nuestra piel se renuevan más rápido mientras duermes. Por eso, la recomendación es aprovechar al máximo ese tiempo de recuperación lavando tu rostro antes de meterte a la cama y aplicando productos reparadores. De esta manera amanecerás con un cutis radiante.

Algunos productos funcionan mejor mientras duermes

Tal como lo lees. Hay productos que son mucho más eficaces si los aplicas antes de dormir como los ácidos AHA y los retinoides. Ya que al ser exfoliantes químicos no se llevan bien con el maquillaje y mucho menos con el sol.

También antioxidantes y humectantes

Otros productos que debes considerar aplicar en la noche son los antioxidantes y, por supuesto, algún humectante. Los antioxidantes ayudan a la piel a combatir radicales libres y previenen la oxidación.

Recuerda que la hidratación es la clave de todo, por eso un producto humectante no debe faltar en ninguna de tus rutinas. Te recomendamos aplicar un humectante más intenso por las noches para atraer la humedad y fijarla en la piel. Puedes utilizar un gel hidratante, que es más ligero, en el día y una crema antes de dormir.


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