Nos esforzamos tanto para encontrar algo que se asemeje al elixir de la eterna juventud, cuando lo más efectivo para mantener joven la piel lo tenemos a la mano. Estamos hablando de una buena hidratación, es decir, utilizar productos que mantengan nuestro rostro siempre humectado como un suero o, la infalible, crema facial. Así es, una crema facial, un básico en cualquier rutina de belleza desde mucho antes del boom del skin care. Sin embargo, no todos conocen su verdadera importancia. Aquí te decimos como elegir la ideal para ti.
Comencemos explicando por qué una crema facial es indispensable. Esto se debe a que es la fuente de humectación más conocida por las personas. En una rutina puede faltar un tónico y hasta el limpiador, pero siempre habrá crema humectante. Además, recordemos que la hidratación es clave para retrasar la aparición de signos de la edad y arrugas. Aunque no todas las cremas sirven para cualquier tipo de piel, debemos elegir una que se adapte a nuestras necesidades, de lo contrario podrían causarnos más problemas que beneficios.
Identificar tu tipo de piel
Lo más importante antes de elegir un producto es conocer tu tipo de piel, de esta manera adquirirás uno que cubra tus necesidades y resuelva tus problemas. Si aún no sabes cuál es tu tipo de piel, lo más sencillo es lavar tu rostro y después dejarlo secar, sin aplicar ningún producto, por al menos 30 minutos. Si después de este tiempo tu piel se siente tirante y reseca, significa que tu piel es seca. Aunque si tu piel se siente grasosa de la nariz y la zona T, pero las mejillas están secas, quiere decir que tu piel es mixta. Por otro lado, si tu cara tiene un brillo desafortunado después de los 30 minutos, significa que tu piel es grasa.
Piel grasa
Ya que has identificado que tienes una piel grasa, pues los puntos negros y los brotes son parte de tu vida y el polvo traslucido tu mejor amigo. Es momento de decirte que debes buscar en la crema facial ideal para ti. Existe una creencia popular de que las pieles grasas no deben utilizar crema hidratante, pues este producto produce más grasa. Sin embargo, esto es completamente falso. Si evitas la hidratación, entonces tus glándulas producirán aún más aceites. Cualquier tipo de piel requiere humectación, solo que debes encontrar el producto adecuado.
Para este tipo de piel te recomendamos buscar una crema facial que sea libre de aceites y no comedogénico. También puedes buscar un producto que contenga zinc para neutralizar el brillo excesivo. Te recomendamos buscar ácido salicílico en las etiquetas de los productos que estés considerando, este ingrediente ayuda a evitar y tratar los brotes.
Piel mixta
Este tipo de piel puede parecer un verdadero reto, pues tal vez necesites diferentes productos para cada zona. Esto debido a que los productos que humectan a la perfección áreas secas como las mejillas, también pueden desencadenar imperfecciones en las áreas grasosas como en la nariz o en la zona T. Sin embargo, aunque parezca complicado es posible encontrar uno que te funcione para todo el rostro.
Lo que debes buscar es un producto ligero pero que contenga algún ingrediente activo como el ácido hialurónico. También puedes buscar algún hidratante que contenga té verde, pues este ingrediente es rico en aminoácidos, lo cuales humectan la piel, reducen la producción de sebo y retrasa el proceso de envejecimiento.
Piel seca
Aunque la piel seca requiere de bastante empeño para sacarle el glow que lleva por dentro, la buena noticia es que los puntos negros y las imperfecciones no están dentro de su radar. Eso es un grandioso punto a favor. Lo único que te tiene que preocupar es hidratar adecuadamente tu piel.
Para conseguir una piel luminosa y radiante a pesar de tener piel seca, te recomendamos buscar productos que contengan ingredientes que eviten la pérdida de agua y que reparen la barrera natural de la piel. Las cremas faciales más densas son ideales para este tipo de piel. por otro lado, también debes evitar a toda costa aquellos productos que contengan alcohol y fragancia.
